berrendo

 

 

 

 

 

 

mapa del berrendo

Mapa compuesto por Oscar Armendáriz muestra ubicación del hábitat del berrendo

 

 

 

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No será prohibida para la fauna pinacateña cruzar la frontera

Por Pia Mijares-Mastretta*

Las almejas chiludas Al evitar la construcción del muro fronterizo binacional entre las reservas del Pinacate en el estado de Sonora, y el Monumento Nacional Organ Pipe en el estado de Arizona, se permite el cruce de vida silvestre originaria de esta zona.

Esto es una iniciativa de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), según cuenta Horacio Ortega, encargado del nuevo Centro de Visitantes de la Reserva de la Biosfera del Pinacate y Gran Desierto de Altar.

“La construcción de este muro impediría el paso de diferentes especies de fauna que habitan en esta región, entre ellos el berrendo sonorense, especie endémica y protegida en México, que representa al antílope más rápido de Norteamérica,” comenta Ortega.

Collares colocados a algunos individuos, muestran que los berrendos cruzan la frontera de una reserva a otra en diferentes épocas del año.

El berrendo sonorense es una de cinco subespecies de Antilocapra americana. La totalidad de su población en México se redujo de 35 millones de animales a 13 mil para el siglo pasado. Ya se ha recuperado en números, pero el berrendo sonorense, junto con el berrendo peninsular, sigue en peligro de extinción.

México investiga sus movimientos y actividades en busca de aumentar su población, según Jorge de Jesús Cancino Hernández, especialista en berrendos, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste.

Las restricciones de movimiento por los cercos es sólo parte de muchas limitantes sobre la vida del antílope hoy en día, según David E. Brown y Jim Yoakum, integrantes de una serie de talleres binacionales dirigidos a la protección antílope.

Tambien hay otras alteraciones, fragmentaciones y destrucción del hábitat; se enfrentan a la cacería masiva, furtiva e indiscriminada; falta de conocimiento y poca participación de la gente en la conservación y actitudes adversas, algunas generadas por la política transfronteriza, explica Cancino.

Actualmente, puede apreciarse un cerco de madera en la frontera binacional, al recorrer la carretera Sonoyta-San Luís Río Colorado que separa el lado mexicano del llamado “otro lado”.

Hay continuas patrullas fronterizas que buscan el paso de compatriotas que tienen el acceso cerrado hacia esas tierras, a diferencia de los berrendos que hasta ahora, continúan con su privilegiado paso libre entre las tierras mexicanas y estadounidenses.

*Investigadora, Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO)

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